lunes, 25 de junio de 2012



                                                          JUAN LUIS GALIARDO  

                                                                    1940  - 2012


Cuando algún personaje popular, un actor, un cantante o un presentador de la "tele" desaparece, inmediatamente salen sus compañeros y "amigos", deshaciéndose en elogios en los que, sin el menor recato, lo convierten en genio, santo, "irrepetible" u otras cosas por el estilo. No es que me parezca mal que se hable bien de un camarada, lo que no comparte es la hipocresía, no muy pensada que hay que decirlo, de unos personajes de tercera que, o no lo conocían o que en realidad lo odiaban y aprovechan el efímero "momento de gloria" para salir en la pantallita mágica,
              Que era un buen actor, algo que han dicho todos, es cierto y lo fue desde el inicio de su carrera, tal vez más entonces, porque era precisamente un actor nato, lo era en su interior, en su forma de actuar en la vida, pero precisamente esa forma fue la que, entre otras cosas, le impidió seguir la carrera que por su talento se merecía.
            Ya en sus anteinicios fue expulsado de la Escuela de Cine por maltratar verbalmente a su compañera de rodaje en una de las prácticas, "Doña Rosita la soltera" exactamente, que allí realizó. Esto no fue óbice para que su carrera profesional, inmediatamente, fuese rápida y fructífera pero, después de haber logrado convertirse en un abrir y cerrar de ojos en el galán de moda, el continuador de los Mayo, Mistral, Suarez, Rabal etc, volvió a las andadas cuando hizo lo mismo con su compañera en "Fortunata y Jacinta", Emma Penella que no solamente era la protagonista, sino la esposa del productor y la película estaba proyectada en torno a ella.
               Fue sustituido por un anodino Máximo Valverde que a pesar de ello trabajó mucho aunque sin dejar recuerdo, mientras que la trayectoria de Galiardo fue, por entonces, cortada de raíz. Una trayectoria en la que alternó algún título interesante, "Mañana será otro día" de Jaime Camino, una película con Saura, que entonces tenía prestigio y compartió cabecera, de tú a tú, con estrellas de "relumbrón" como Carmen Sevilla o Aurora Bautista entre otras. Formó una de esas parejas con "química" con Sonia Bruno, especialmente en aquel género o subgénero, "de chicas" que volvió a florecer en los 60 aunque ya sin el encanto, los tiempos y la mentalidad habían cambiado, que tuvieron las de finales de la década anterior. En el papel de chico guapo pagado de si mismo no tuvo parangón y sus actuaciones siempre fueron excelentes.
               Volvió después, ya con el físico perdido y aceptando todo tipo de papeles, incluidas series televisivas que en sus buenos tiempos despreciaba pero entonces ya era uno más, uno del montón, justo lo contrario de lo que aspiraba y que por méritos propios, justo es reconocerlo, merecía, 

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