lunes, 18 de junio de 2012




                                                               EL MELODRAMA

                           THE TORRENT   (ENTRE NARANJOS)   MONTA BELL 1924


Es de sobra conocido que la llegada de Greta Garbo a la "Meca" del cine fue como acompañante de su mentor Mauritz Stiller que la había descubierto en Estocolmo y que la impuso como condición de su contrato. También es sabido que el director sueco no consiguió debutar en un ambiente al que no se adaptaba y que su protegida se convirtió, cosas del destino probablemente, en la máxima estrella, con mucha diferencia sobre las demás, durante las dos décadas siguientes, prolongando su mito durante mucho tiempo después, hasta que el tiempo inexorable hizo que fuese sustituida, en la memoria, por otras que también habían dejado un recuerdo imborrable.
              En los años 20, cuando se hizo esta película, Blasco Ibañez era un escritor que "vendía" en todo el mundo y eso era una oportunidad que los estudios americanos, que ya dominaban el mercado universal, no podían dejar escapar; varias de sus novelas fueron adaptadas al "lienzo de plata" con gran éxito y por lo tanto que mejor ocasión que utilizar una de ellas, garantía de triunfo, para intentar lanzar a aquella chica en la que, a pesar de que las pruebas habían dado muy buen resultado, no acababan de tener muchas esperanzas.
              La elegida fue un melodrama intenso en la que una chica pobre es abandonada, inducido por su madre, por su novio del pueblo que es, como los cánones mandan, mucho más rico que ella. Pero las leyes del género obligan a que la chica triunfe por todo lo alto, esta vez como cantante de ópera nada menos que en París, y vuelva triunfante para vengarse de él, de su mamá y de quien se tercie; da igual, lo importante es que ella salga muy guapa, que luzca vestidos elegantes, algún mantón de Manila se escapa por ahí teniendo en cuenta que es española y, sobre todo, haga que el público femenino, a quien iba dirigido en primera instancia, disfrutara con todo esto y con el triunfo, malogrado al final como también debe ser, de la protagonista.
              Para arroparla se le colocó un galán "latino", en realidad era austriaco pero le rebautizaron para seguir la moda, Ricardo Cortez que tenía un ligero parecido con el máximo exponente Rodolfo Valentino y que, como él, hacía estragos entre las expectadoras del momento. El resultado fue que Greta se llevó el gato al agua y una película cuyo único interés puede ser su presencia pero que de todas formas o tal vez por eso, se ve con bastante agrado.

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