jueves, 20 de diciembre de 2012



                                                                 LA FAUNA ÍBERA

                                                                 ODIO A SI MATEIX


El personaje no merece dos lineas, lo que es lamentable y más que triste, es que una parte, cuatro ya serían muchos, de un pueblo que siempre se ha considerado inteligente, pueda seguir a algo así, la imagen es más explicita que todo lo que se pueda decir, a un  ente extraño que, es más que evidente, todo el odio que acumula empieza por si mismo, por el descontento que le produce su incapacidad de ser una persona normal, un odio que empieza en el primer enemigo localizado, el más fácil, para continuar con el resto de esa humanidad que le molesta porque su espejo, todo un  símbolo en estos casos, le demuestra que es algo a lo que no se puede integrar.
                 Las comparaciones son de mal gusto y no sirven para nada pero se me ocurre una buena cantidad de casos, de esos que sirven de mofa en los programas de la televisión más canallesca y que podrían ocupar su puesto con muchas más posibilidades que él y sin hacer tan espantoso ridículo. Si la cara es espejo del alma, consideración que no va muy mal encaminada, esta lo que refleja es precisamente la falta más absoluta de tal complemento.
                 En manos de un  ganster y de semejante sujeto anda el futuro, esperemos que gane la sensatez y el buen juicio, porque si no sería mejor que fuera verdad que se acabase el mundo.